Las varices son una de las señales que encienden la luz de alarma, pero no la única. Estos otros transtornos constituyen otro claro indicio de mala circulación. Mejorando tu dieta, podrás no solo prevenirlos, sino también combatirlos con eficacia.
¿Sufres de estreñimiento? Si tu transito intestinal es lento o eres propens@ a las hemorroides, aumenta el consumo de fibra. Para ello, apuesta por el pan, la pasta y el arroz integrales e intenta consumir tres piezas de fruta y dos raciones de hortalizas y verdura al día. Dos o tres veces por semana, comer legumbres y frutos secos.
¿Tienes celulitis? La piel de naranja mejora notablemente cuando incluímos en la dieta alimentos que faciliten el riego sanguíneo. Lo mejor en este caso es dar color a tus platos con vegetales como el tomate, la zanahoria, la col lombarda, la remolacha, los espárragos, el maíz, los rabanitos, etc. Todos estos alimentos son ricos en una gran variedad de pigmentos vegetales, que hacen la sangre más fluída y ejercen una importante acción antiinflamatoria.
¿Las piernas te pesan como losas? Aparte de seguir las recomendaciones anteriores, combate la retención de líquidos aumentando el consumo de vegetales ricos en potasio y en agua, como la calabaza, las espinacas, el hinojo, las patatas (hervidas), los albaricoques, el plátano, las cerezas, el kiwi, el meloón y la sandía.
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